Finalizó la 25ª temporada de la iniciativa de la universidad que brinda un mes de jornadas gratuitas de deportes, talleres de iniciación de oficios y actividades culturales a chicos y chicas de instituciones barriales de Lanús. El jefe comunal y el rector Daniel Bozzani les entregaron un reconocimiento a referentes de esos centros comunitarios.

Con la presencia del intendente Julián Álvarez, música, un show de animación y la visita de los Reyes Magos culminó una nueva temporada del Programa de Verano “Los derechos de la niñez no se toman vacaciones” de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), la iniciativa socioeducativa, recreativa y cultural que se lleva adelante todos los meses de enero desde el año 2000 para fomentar la integración a la educación de chicos y chicas de 5 a 13 años que concurren a instituciones barriales de Lanús.

La tarde comenzó con los chicos bailando y cantando a todo ritmo “La Morocha” del cantante cordobés Luck Ra, y el hit mundialista “Muchachos”, en un Aula Magna Bicentenario colmada.

Acto seguido, el intendente Julián Álvarez y el rector de la UNLa, Daniel Bozzani, les entregaron un diploma a los referentes de las 16 instituciones que participan del Programa de Verano, en reconocimiento “a su compromiso y dedicación con los niños y las niñas de su comunidad”.

Previo a la entrega, Bozzani le dirigió unas palabras a los chicos y chicas y a todos los presentes. ”Yo estuve haciendo algunas recorridas, así que los vi de cerca cuando estaban jugando al ajedrez, barrileteando y tocando música. Estamos muy contentos por todo lo que han pasado en este verano y esperamos que el verano que viene volvamos a repetir esto que es realmente maravilloso. Además quiero agradecer de nuevo a los referentes de las institucionales barriales y a Julián Álvarez”, señaló el Rector de la UNLa.

A su turno, Julián Álvarez, resaltó que “lo lindo de todo esto es que pudieron hacer amiguitos y amiguitas nuevos. Y lo importante es que le pidan a sus papás el año que viene que nuevamente los manden a las colonias, así siguen fomentando esa amistad. Y recuerden que esta universidad también los va a estar esperando cuando terminen el secundario para que vengan a estudiar una carrera y puedan hacer lo que quieran cuando sean grandes”.En ese sentido, concluyó: “Esto es lo trascendente de esta colonia en la Universidad de Lanús, que para nosotros es un orgullo, y realmente es muy positivo Daniel (Bozzani) que tengamos esta conexión entre el Municipio y la Universidad”.

Tras esas alocuciones, el director de Deportes y Recreación de la UNLa, Juan Loiseau, hizo pasar al escenario, una por una, a las referentes de los siguientes centros barriales para que reciban su diploma de distinción: Madres de Caraza, Merendero el Quinto, Rincón Feliz, Nueva Vida, Héroes de Malvinas, Color Esperanza, Ana Jaramillo, Evita Pueblo, 20 Verdades, Los Leales, Cristina es Pueblo, Fundación Empoderada), Merendero y Comedor Esperanza, Julio Cao y la Juegoteca Yacanto.

El momento de la magia

A continuación, aparecieron las risas de la mano de Claudio García, más conocido como el Payaso Almíbar, el reconocido clown de Rafael Calzada que forma parte del equipo de la Fundación Sur Solidario de su amigo el cantante Axel. Almíbar desplegó en el escenario todo su arsenal de chistes y malabares, en un espectáculo muy divertido y dinámico en el cual interactuó con chicos y grandes.

Para finalizar, los Reyes Magos junto a los integrantes del Programa de Verano compartieron una merienda con los chicos y chicas y les entregaron bolsas con golosinas, jugos y kits escolares.

El programa

El programa se inició en 2000, apenas tres años después de la creación de la UNLa. La idea de su creación fue de la propia ex rectora de la Universidad, Ana Jaramillo y es llevado adelante por la Dirección de Deportes y Recreación de la UNLa, dependiente de la Secretaría de Bienestar, Deporte y Compromiso Universitario.

“Ni bien asumió como nuevo rector, Daniel Bozzani, confirmó la realización de la presente edición del Programa de Verano, a pesar del contexto de enorme adversidad económica”, detalló Loiseau.

Durante cuatro semanas, del 2 al 26 de enero, se desarrollaron actividades en las más de 30 hectáreas de la Universidad. Allí, los chicos y chicas pudieron disfrutar de los edificios emblemáticos, el gran parque arbolado y el Aula Magna del Bicentenario, espacios que se convierten durante el verano en lugares abiertos al aprendizaje, en el marco de la difusión de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.

Una brigada de profesores de educación física y ayudantes contratados con este único fin se ocuparon de los chicos, organizados por grupos etarios (de 5 a 8 años y 9 a 13 años).

En cada jornada, los nenes y nenas asistieron a tres talleres a cargo de profesores y especialistas en diversas artes, deportes y disciplinas: desde taekwondo y huerta hasta ajedrez y música; desde talleres de iniciación en los oficios donde los asistentes aprenden carpintería, plomería y mecánica hasta iniciación deportiva, pasando por artes plásticas y percusión.

Al llegar a la Universidad, recibieron cada día un refuerzo de almuerzo, y antes de volver a sus casas toman una merienda. Mientras tanto, los referentes de los merenderos y comedores que los acompañaron tuvieron también la posibilidad de asistir durante la tarde a actividades formuladas especialmente para ellos como cine.