La hermenéutica filosófica ha explicitado, a través de sus principales referentes (Gadamer y Ricoeur), los fundamentos o raíces ontológicas de la comprensión e interpretación. Tales fundamentos configuran una ontología particular de lo humano o, si se quiere, una antropología filosófica que sustenta el pensamiento y la acción del ser humano sobre el mundo. El carácter histórico, lingüístico y dialógico de la comprensión constituyen el suelo desde donde podemos entender.
Cuando, desde diversos lugares de nuestra cultura argentina y latinoamericana se plantea la necesidad de pensar o re-pensar lo americano, la americanidad, como una forma de alcanzar una filosofía "americana" o mejor "latinoamericana", una filosofía a la que se piensa con la exigencia de ser "situada" o, como decía Rodolfo Kusch, de"estar siendo en Latinoamérica", inevitablemente se evoca la tesis hermenéutica de que la conciencia hermenéutica es ante todo conciencia de la situación hermenéutica.
Si bien la expresión "situada", referida al pensamiento o a la filosofía, adquiere sentidos propios en el discurso filosófico local, no se puede dejar de advertir resonancias hermenéuticas en el planteo que se refieren a la situación particular del intérprete frente a la tradición textual y a los otros. Se prestará una especial atención a la relectura de Esbozo de una antropología filosófica americana (1978) de Rodolfo Kusch como testimonio de una filosofía que reconoce la singularidad y que permite revisar y deconstruir los conceptos filosóficos fundamentales de la cultura occidental-cristiana.

CODIGO: 33A345

Director: Varela, Luís
Investigadores: Dei, Héctor Daniel / Divenosa, Marisa Graciela / Casali, Carlos Alberto
Adscripto: Perez Botta, Jose
Externo: Martínez, Jorge