Nicole Frangella – estudiante de Relaciones Internacionales (movilidad a México)
La experiencia de movilidad internacional es muy buena, para ser honesta fue una de las mejores experiencias que he vivido. Se trata de conocer en profundidad no solo una cultura y paisajes nuevos sino también las personas que viven allí y entender el porqué de su manera de vivir tan distinta a la nuestra. El nivel académico es distinto, en la UNLa nos manejamos con mucha teoría y en la Universidad Autónoma de Aguascalientes la carrera que elegí era más práctica. De esta manera me resulto más fácil y menos exigente. En lo personal, la experiencia tuvo un impacto que me cambio la manera de pensar, escuche y compartí charlas con gente de todo el mundo, y en lo institucional me dio muchas herramientas nuevas y conocimiento que no está en mi carrera por su orientación.
Una anécdota inolvidable fue cuando visité la "Feria Nacional De San Marcos" en la ciudad de Aguascalientes, la cual se realiza una vez al año y por ello tuvimos unos días de vacaciones. En esos días además de conocer la Feria donde se conoce más de la cultura mexicana y sus bailes típicos, pudimos viajar con un grupo de chicos del intercambio a "Los Cabos" en Baja California y fue un viaje increíble.
Mi recomendación para todos aquellos que quieran realizar esta experiencia, es que no tengan miedo de preguntar lo que sea, la gente es muy amable no solo en la Universidad sino en la ciudad en general. También que conozcan toda la universidad, se realizan actividades muy interesante como los ciclos de cine y festivales de música.

Adilio Bareiro – estudiante de Relaciones Internacionales (movilidad a México)
La verdad, fue unas de las mejores cosas que me pasaron la vida. Pude conocer muchos lugares, trasladarme a otro país, aprender en lo académico, en la vida, aprender de culturas, de personas, de amigos que hice...muchísimas cosas que me abrieron la cabeza y me demostraron que me encanta la carrera que elegí y haber decidido irme de intercambio.
El nivel académico de la universidad me pareció muy bueno .Tuve la posibilidad de estar en una de las instituciones más importantes de México, con profesores de alto nivel y poder presenciar seminarios con personas reconocidas a nivel internacional. En lo personal, fue muy positivo. Hay muchas cosas que me llevo del intercambio, no solo un viaje estudiantil, sino un viaje cultural inmenso por el hecho de estar en un país tan diverso como México.
Una anécdota que puedo mencionar es haber llegado con miedo por estar en un país que no conocía en donde se me hacía extraño hasta un auto y regresar con la sensación de sentirme en mi casa, sabiendo cómo moverme, conociendo muchos lugares, incluso más que en mi propio país (una cuestión que tengo que revertir, jaja).
Para finalizar, le recomiendo a todo el mundo un intercambio estudiantil. Uno disfruta todo porque siente que cada vez que sale a la calle aprende algo nuevo. En particular, venir a la institución en la que estuve es asegurarse que se va a estar aprendiendo con profesores muy reconocidos, un ambiente pequeño que permite el contacto directo con la participación (con debates constantes, entre otras cosas). El único problema son las cuestiones burocráticas, que funcionan demasiado mal. Pero más allá de todo, fue una experiencia única e inolvidable.

Pablo Fontana – estudiante de Diseño y Comunicación Visual (movilidad a Colombia)
Mi experiencia fue increíble, desde todo punto de vista. Me hizo crecer, pude conocer muchísimos lugares, conocer personas y culturas nuevas (y no solo la colombiana), probar nuevos sabores, escuchar música nueva y muchas cosas más. En este viaje pude disfrutar y aprender mucho a la vez. Fue una experiencia que me abrió la cabeza y me dejó con ganas de más, en todos los sentidos: viajar más, conocer más (eso incluye a mi hermoso país, del cual me queda mucho por conocer), aprender más, etc.
Considero que el nivel de la universidad anfitriona fue muy bueno, ya que se encontraba al mismo nivel que la UNLa. En estos cuatro meses pude aprender gran cantidad de cosas y me apasioné por ciertas áreas del Diseño que desconocía o no había explorado del todo. Fue una experiencia académica muy productiva.
En lo personal, me ayudó a crecer. Desde que comencé con los trámites para el viaje, salir del país por primera vez, estar tanto tiempo sin mi familia, tener que manejarme solo en todo, aprender a administrar el dinero, organizar los viajes mediante los cuales conocería otros lugares de Colombia, hasta volver de nuevo a mi país, todo fue de ayuda y todo aportó para mi crecimiento personal, para ayudarme a madurar. Además, me abrió los ojos a un nuevo mundo, a nuevas culturas, me hizo ver cómo ven los otros países a la Argentina, entre otras cosas. Tuvo un gran impacto en mí. En lo institucional, no solo fue muy productivo y pude aprender muchísimas cosas nuevas en lo relacionado a mi carrera, sino el ver lo distinto que es la educación en ese país, desde la modalidad de clases hasta lo económico; me ayudo a aprecia el beneficio del que gozamos los argentinos de poder tener una educación gratuita. Y lo más importante creo, genero más pasión en mí por la carrera que estoy haciendo y me dejo con ganas de aprender más.
Tengo un par de anécdotas cortitas… La primera semana recorrí gran parte de Bogotá a pie (caminando entre 3 y 5 horas diarias) porque, además de pensar que una ciudad se conoce mejor caminando, porque me daba miedo viajar en bus o transmilenio y perderme. De hecho, la primera vez que viaje en transmilenio termine en cualquier lado, súper lejos de donde vivía. También fue muy loco cuando subí al cerro Monserrate, que es hermoso y con una vista increíble. Me preguntaron si quería probar hormigas culonas; con un amigo mexicano compramos un paquetito y las probamos. No son tan ricas como nos decían…
Primero, les diría que lo hagan sin dudarlo. Y también que aprovechen todo, el hecho de que las clases sean con grupos reducidos de estudiantes y "expriman" a los profesores, que saquen todo el jugo que puedan de la movilidad, que aprovechen las herramientas que les brinda la universidad (cursos para administrar el tiempo, para aprender a estudiar, sala de computación, biblioteca, y todo lo que haya), y que vayan a los cursos que brinda Bienestar Universitario, porque son de muy buen nivel y ayudan para la formación integral de cada uno. Y también, que si pueden y quieren, se inscriban como monitores de Bienestar Universitario. A mí me sirvió mucho para conocer más sobre la universidad y estar al tanto de todas las actividades que había, y me ayudó también en mi crecimiento personal. Fue algo muy interesante.

Erik Giménez – estudiante de Tecnologías Ferroviarias (movilidad a Colombia)
Mi experiencia en la movilidad internacional fue muy buena. La verdad: superó mis expectativas. Es algo que te cambia la forma de ver y de sentir las cosas. Te conectás con gente de todos lados, de distintas culturas, distintos idiomas y te nutre no solo en nivel educativo, sino que también en lo cultural y social.
La universidad de destino (UPTC) es una de las más prestigiosas de Colombia y eso se notó. Tiene un nivel académico muy bueno y, además, las materias, que se cursan de otra forma, y el manejo de horarios, te hacen ver y analizar la forma en la que se manejan las cosas en nuestra universidad. Hay mucha exigencia y compromiso con los alumnos cuando las cosas se dificultan.
Es una de las experiencias más grandes que tuve. Me dejó pensando muchas cosas de mi vida y cómo me manejaba antes de viajar. Para jóvenes de mi edad, son los primeros pasos a una vida individual, lejos de la familia y podés ver el sacrificio que uno tiene que hacer para tener todas las cosas que uno desea. Institucionalmente, es una experiencia que le sirve a cualquier institución y sobre todo al país, ya que la llegada de personas de distintos lugares nutre de muchos conocimientos (no solo académicos) a los alumnos de la institución.
Anécdotas sobran. No todo en el viaje es académico: es una experiencia de vida completa. Se viven cosas que uno no se espera, muy buenas yo tanto, pero no para dramatizar, sino que son cosas que te ayudan a darte cuenta de que no es todo fácil en este camino. Lo que más choca al principio es la diferencia que podés encontrar. Aunque se hable el mismo idioma, no siempre las palabras significan lo mismo y eso siempre es situación de risas. Las comidas y bebidas, el ritmo de vida, todo cambia y uno debe desprenderse de lo que lleva y abrirse a probar todo lo que el lugar de destino tenga para darnos. Sin dudas, cada día puede traerte lindos recuerdos. No solo en la universidad que estuve, sino en cualquiera.
Aprovechen, disfruten, hagan todo lo que puedan. Es algo maravilloso y, sin dudas, todos nos quedamos con ganas de un rato más de intercambio. Hay que viajar, hacerse amigos y, obviamente, estudiar. La verdad, al principio uno extraña todo lo de acá, pero cuando vuelve se pregunta por qué no disfrutó, por qué no puso la mente en aprovechar cada momento, cada persona con la que hizo una amistad. Desde que lleguen hasta que se vuelvan, saquen una imagen mental de todo, porque cuando vuelvan a sus casas, sin dudas van a querer estar allí de nuevo por un tiempo más.
En el caso particular de Colombia, y sobre todo en Tunja, la gente es muy amable. Es un país y una sociedad muy distinta, donde uno se puede sentir tranquilo. Se ve mucha pobreza, pero es gente muy rica en el corazón que tratan a los extranjeros como a uno más del lugar. No duden en hacer esto, que cambiará mucho sus vidas.

Brenda Rivé Villalba - estudiante de Trabajo Social (movilidad a México)
Tuve el agrado de ser aceptada por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (México), una ciudad que está fuertemente estigmatizada por la violencia, el narcotráfico, la delincuencia, el machismo y muchas cosas más. Mucha gente me habló mal de esta ciudad y trató de convencerme de no ir allí. Sin embargo, seguí mi sueño de realizar la movilidad y me encontré en una ciudad tranquila y a la vez llena de vida, con gente solidaria, hospitalaria, que me abrió las puertas de su hogar y siempre estuvo para brindarme su apoyo. Me encontré con personas que se convirtieron en amigos y familia. Viví una experiencia fascinante, difícil de explicar; conocí su cultura sus formas de expresarse, de vivir, de comer, de divertirse.
El nivel académico de la universidad es muy bueno. Su forma de calificar es un poco diferente, pero los conocimientos impartidos fueron de mucha utilidad para mi formación profesional. Cada profesor tiene formas diferentes de enseñar su materia, y hay una en particular que me encantó, pero aun así todo lo que aprendí fue esencial, me dio la oportunidad de poder observar, comprender y experimentar el actuar del Trabajo Social, en una ciudad donde no solo la cultura es diferente sino la ideología y la forma de afrontar las cuestiones sociales. Mis profesores y compañeros me ayudaron mucho en mi proceso de inserción y de transito por el Instituto, y en poco tiempo me sentí una de ellos. Además, hice muy buenos amigos: llegamos a crear una gran familia con los demás intercambistas.
A nivel personal, la estadía en Ciudad Juárez me sirvió para aprender a vivir sola en un país diferente, a relacionarme con muchas personas con ideologías similares o diferentes a las mías. Me ayudó a comprender otra cultura, con la cual me enfrenté varias veces, a conocer otra forma de vida, comprender sus costumbre y sus formas de expresarse. Entendí que para hablar acerca de un lugar hay que verlo y conocerlo tal como sus habitantes lo hacen, para poder así transmitirlo a los de afuera. Esta movilidad me ayudó a crecer mucho a nivel personal, a resolver mis cuestiones y problemas por mi cuenta y a entender que puedo realizar cualquier cosa que me proponga.
Anécdotas en este viaje tuve miles, una más memorable que la otra. Sin embargo, puedo contar una en la cual el departamento de movilidad nos pidió realizar una feria internacional, en la que todos los alumnos visitantes preparamos nuestras comidas típicas para dar a conocer nuestra cultura a los juarenses. Los argentinos llevamos nuestro típico mate. Cuando lo ofrecíamos a los mexicanos, lo primero que nos preguntaron fue si era marihuana, si era pasto o si la bombilla era para revolverlo; algunos lo querían tomar como si fuera una taza, sin la bombilla y por poco se toman hasta la yerba. Otra anécdota: una noche salí a un boliche con mis amigos de intercambio. Eran todos de diferentes estados de México, y yo era la única extranjera. No nos querían dejar entrar por la cantidad de gente que había, por lo cual todos se hicieron pasar por argentinos imitando mi acento, y diciendo que era nuestra última noche en el país para que nos dejaran entrar. Lo logramos. Fue muy gracioso escucharlos imitarme, y un poco obvio que no eran realmente argentinos, pero aun así pasamos una gran noche.
Algo para recomendar a quienes quieran realizar la movilidad es que siempre sigan sus sueños y decisiones. La mejor manera de saber sobre un lugar es consultando con gente que haya viajado o que viva allí: nadie que no haya experimentado el lugar puede hablar sobre él y convencerte de no ir. La gente de México, y especialmente de Juárez, es muy amable con su gente y más aun con el extranjero. Ya no es el lugar violento de años atrás: la gente siempre está dispuesta a ayudarte. No se detengan de realizar la movilidad por miedo a lo desconocido o a extrañar, te acostumbras muy rápido a la vida allí y el tiempo pasa muy rápido, cuando te das cuenta ya es hora de volver. Por lo tanto, realicen la movilidad aproveche cada día y estén abiertos a conocer la cultura en todas sus formas.

Eva Richedei - estudiante de Gestión Ambiental Urbana (movilidad a México)
Gracias al intercambio, pude conocer una cultura con una raíz indígena profunda y viva. México me daba muchísima curiosidad y superó mi imaginación. Los profesores me enseñaron con un nivel académico de excelencia y, especialmente, valores humanos. Siempre fueron muy comprometidos, accesibles, justos, carismáticos, humildes y humanos, si no sabían algo decían: "Híjole, no lo sé, lo voy a investigar". Fui a talleres con modalidad práctica donde aprendimos a analizar y remediar suelos contaminados y analizar la calidad de una muestra de agua. Estoy muy agradecida de haber podido conocer una nueva universidad, compañeros de estudios, profesores, amigos, ciudades, comidas porque amplió mi percepción, es muy enriquecedor conocer lo local y compartir lo propio.
Es muy curioso ver tomar mate por primera vez a un mexicano, que por lo general nunca vio uno, y contarle qué significa, cómo se toma: raramente resiste la tentación de mover la bombilla. Me invitaron a festejar Navidad con una familia en un pueblo de Oaxaca, donde todos hablan zapoteco, una lengua indígena. Cada día era importante para la familia que todos estuvieran en la mesa para compartir la comida y las charlas. No necesitaban usar cubiertos para tomar un caldo, porque tenían la asombrosa habilidad de hacer su cuchara con una tortilla de maíz.
Tenemos estas oportunidades para vivir una estancia de estudios fuera del país que nos brinda la UNLa. Hay que acercarse a la Dirección de Cooperación Internacional. Gracias a la constante ayuda de los coordinadores, los trámites son muy fáciles. También pueden conocer a los estudiantes de intercambio de otros países para ayudarlos, conocer más de su país y dejar que ellos los alienten a hacer su propia experiencia de intercambio. No la van a olvidar nunca.

Adilio Bareiro (Relaciones Internacionales, movilidad a México), Victoria Manes y Rosario Rothamen (Ciencia y Tecnología de los Alimentos, movilidad a España)
Adilio, Victoria y Rosario participaron del programa de radio de la UNLa. "Escalando la tarde" junto a Guillermo Tangelson, Director de Cooperación Internacional. Allí hablaron de sus expectativas por su inminente movilidad. Adilio cursará un cuatrimestre en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en el marco del programa JIMA (Jóvenes de Intercambio México–Argentina), mientras que Victoria y Rosario estudiarán un cuatrimestre en la Universidad de Castilla-La Mancha (España), con la que tenemos un convenio bilateral.

Micaela Santana– estudiante de Economía Empresarial (movilidad a Dinamarca)
La experiencia de estudiar en Dinamarca fue muy enriquecedora en todos los aspectos. Por un lado, en el campo académico, la oportunidad de realizar este viaje me ha permitido ver otro tipo de enseñanza completamente opuesto a lo que uno está habitualmente acostumbrado como estudiante. Por otro lado, en el aspecto personal, lo he sentido como un crecimiento constante, ya que al vivir sola durante seis meses encontré otros senderos de la vida y logré crecer en una magnitud jamás pensada.
El nivel académico de la Business Academy Aarhus es estándar, ya que no hay una gran exigencia para con los estudiantes: la responsabilidad es total y absoluta de cada uno, pero a su vez es un gran desafío trabajar en equipo en forma constante, ya que existen barreras culturales que derribar y el compañerismo es algo que predomina a la hora de trabajar. Cursar diversas materias, desde Marketing hasta leyes danesas e internacionales, me permitió tener una visión más amplia del funcionamiento de la actualidad a nivel global, las causas y consecuencias según los diversos puntos de vista desde que se puede tener.
El impacto que creo que tiene tanto en lo personal como en lo institucional es crecer como persona, y eso hace que cada día me permita aprender de lo nuevo que viene y que la experiencia adquirida hace una gran distinción en mi curriculum vitae. Es una ventaja comparativa inmensa al ser estudiante que representa una universidad pública. Esto me permitirá tener un rol más activo en la facultad, no sólo en un futuro, sino ahora: siendo ayudante de cátedra y compartiendo dicha experiencia. Es un eterno agradecimiento a la posibilidad y la confianza que me otorgó la universidad para hacer que uno de mis sueños se haya cumplido.
Dentro de tantas anécdotas cabe destacar dos. La primera fue cuando compré la bicicleta y me caí en frente a la estación de tren, que estaba llena de gente. En Argentina uno está acostumbrado a que alguien te ayude, pero allá no me ayudó nadie y mi cara se puso roja como el tapado que tenía puesto (mi rodilla quedó violeta durante un mes). La segunda fue viajando en el colectivo: en mi primer recorrido a la ciudad rompí la máquina de los boletos al poner mal la moneda, y el resto de los pasajeros viajaron gratis.
Lo que les recomendaría a otros estudiantes que quieran realizar un intercambio en el exterior es que se permitan abrirse a todas las oportunidades que la vida les va dando. Y algo es seguro: no se van a arrepentir.

Bruno Mamone – estudiante de Turismo (movilidad a Colombia)
Mi experiencia fue fantástica. Desde el primer momento fui muy bien recibido, los colombianos saben tratar bien a extranjeros. Fue un antes y un después en mi vida. También me sirvió para hacer amigos: pude relacionarme con chicos de Colombia y otros países de Latinoamérica. También me enseñó a conocer y respetar la cultura colombiana y además, a mostrarme desde mí y desde nuestra propia cultura. Tuve casi siempre momentos agradables y positivos. Me sirvió para madurar un poco, ya que los pocos momentos no tan buenos me sirvieron como aprendizaje de cara al futuro.
Es distinto. A mi parecer el nivel académico de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia es un poco menor que el de la UNLa, pero sin embargo, a nivel humano y práctico, lo considero mejor. Ellos realizan muchos talleres o salidas, en las cuales uno siente de manera fehaciente el trabajo que realiza un licenciado de mi carrera (Turismo), también se ve en los profesores, que son más abiertos con los alumnos e intentan tener un vínculo más estrecho. No solo alumno-profesor, sino también alumno-alumno. Un profesor conoce a sus alumnos, y lo trata con calidez y confianza. Eso crea un sentido de pertenencia e integración.
En lo personal, la movilidad me abrió la cabeza, me ayudó a conocer otras culturas y también a valorar la propia, al ver las diferencias entre una y otra. También, me cambió la forma de ver mi carrera y mis ganas de progresar en un futuro, y por qué no, de seguir viajando.
Y en lo institucional, el intercambio tiene un impacto enorme ya que se pueden tomar algunas ideas de las otras universidades, también le sirve porque al tener un vínculo internacional se convierte en una universidad prestigiosa y reconocida en el exterior.
Algo muy anecdótico, fue que en uno de los tantos viajes que hice con la facultad, apenas comenzado, caminando por la oscuridad en una ruta, me caí en un pozo de aproximadamente un metro y medio de profundidad y me hice un agujero en el codo que no quería cicatrizar. Estuve dos días poniéndome todo lo necesario para desinfectar y tratar de cerrar la herida, pero era imposible: la lesión seguía igual que en el momento de la caída. Cuando llegamos a una reserva aborigen (parte de la salida educativa) me curaron con remedios naturales. Me pasaron veneno de culebra por el cuerpo y polvo de Dividivi (un árbol) por el codo, después me lo vendaron totalmente, y la herida se cerró por completo al cabo de 3 horas.
Sin duda alguna: hagan la movilidad, ya que es un momento único y diferenciador en sus vidas, no tengan miedo a estar solos, porque desde el primer momento uno está acompañado, tanto por los profesores como por los mismos compañeros o también con los otros estudiantes de intercambios, con los cuales se hace una gran amistad que perdura en el tiempo. Y también, quiero aclarar que Colombia es un país espectacular, su gente, su infinidad de culturas, sus comidas, su naturaleza, sus playas. Ya no es más el país inseguro que fue en un momento.

Romina Zimmerman – estudiante de Seguridad Ciudadana (movilidad a México)
Esta fue mi primera experiencia de movilidad internacional y espero que no sea la última. Puedo decir, sin exagerar, que ha sido lo mejor que me ha podido pasar en lo que llevo de vida.
Me tocó cursar, en la Universidad de Quintana Roo, la licenciatura en Seguridad Pública. En general, el nivel académico es bastante alto, como en todas las universidades, cursar algunas materias fue más enriquecedor que otras, teniendo en cuenta que cada profesor tiene su propio método para la difusión de conocimientos y también por la conformación de su programa, se puede destacar la gran inversión en educación y la predisposición de los docentes de UQRoo por brindar lo mejor de ellos.
En lo personal, ha sido muy beneficioso: haber estado en otro país y sentirme parte de él, como una ciudadana más (pues así ha sido el trato que recibí), lograr vencer muchos miedos, y hacer cosas inimaginables, ya que a veces la situación ameritaba descubrir y sacar lo mejor de nosotros mismos.
En lo institucional, de manera global, puedo decir que la movilidad me sirvió para analizar académicamente nuestro país desde afuera y a la vez conocer formas de organización en distintos aspectos de un país como México, rescatar aspectos positivos y negativos, nuevas ideas. De una forma micro, la experiencia ha sido bastante provechosa, ya que la universidad nos brindó recursos y apoyó proyectos de profesores para una mejor capacitación de los alumnos, por ejemplo realizar viajes pagos a otras ciudades (como Puebla y Tlaxcala) para que podamos tomar cursos especializados de Criminalística y Criminología, asistir a conferencias de rango internacional, como la que brindó el Dr. Zaffaroni, junto a otros especialistas en la ciudad de Tlaxcala. La movilidad también me ha servido para conocer más de cerca los diversos sistemas de seguridad e investigarlos.
Un intercambio no es solo provechoso para el alumno en particular, sino también para quienes lo rodean. En mi caso, mis compañeros mexicanos pudieron conocer sobre mi carrera y se generaron debates en las aulas donde podíamos interactuar sobre los mismos tópicos pero desde diferentes perspectivas, lo mismo sucedió a mi regreso ya que mis compañeros argentinos a través de los debates en el aula pueden también conocer sobre otro país en distintos aspectos.
Durante mi estadía en México, la cursada de materias era a la tarde-noche, y como es de costumbre argentina, no podía faltarme el mate, así que lo lleve a la universidad para compartir. Cuando saqué todo el equipo, mis compañeros no entendían nada y hasta pensaban que era un tipo de droga. Mi profesor no pudo con la curiosidad y me pregunto qué era lo que estaba haciendo y qué estaba tomando, fue entonces que les expliqué qué era y en qué consistía. Finalmente, compartí con ellos algunos mates.
A los estudiantes que quieran realizar una movilidad les recomiendo, primero que nada, no tener miedo a lo desconocido, ya que a diario vivirán nuevas experiencias y que todo será un aprendizaje. A veces es inevitable estar nervioso, pero saber que la gente de México en general y de Chetumal en particular es muy amable y solidaria. México, anualmente, recibe millones de turistas al año, es por eso que son muy atentos con los extranjeros. Es parte de su cultura, la mayoría de ellos siempre estarán dispuestos a ayudar. Las políticas que aplica UQRoo con los estudiantes de intercambio harán que tengan una grata estadía.

Juan Cruz Ferreyra – estudiante de Economía Empresarial (movilidad a Dinamarca)
La verdad, fue una experiencia inolvidable, una de las cosas más lindas que me pasó en la vida. Realicé muchos sacrificios para poder hacer el viaje: vendí el auto, dejé el departamento en el que estaba viviendo para volver con mi mamá. Pero analizándolo ahora, a la distancia, todo el sacrificio fue totalmente válido y no me arrepiento para nada.
El nivel académico de la Business Academy Aarhus, en Dinamarca, no fue muy exigente comparado con el nivel de la UNLa. Por suerte, pude sacarme buenas notas en los exámenes.
Creo que el intercambio fue extremadamente positivo, considero que va a ser un punto de inflexión en mi vida y mi carrera. En Dinamarca pude obtener varias herramientas y recursos para poder seguir creciendo, tanto en mi carrera profesional como en lo personal. En el plano institucional, creo que también es un hito bastante importante, ya que es uno de los primeros intercambios de la UNLa con Dinamarca.
La primera vez que tuve que lavar la ropa en el edificio donde estaba viviendo termine lavando la ropa con agua caliente (el lavarropas tenia todas las instrucciones en danés) y así se me achicaron todas las prendes. Después de 2 meses de estar viviendo ahí, una amiga me comentó que se le podía cambiar el idioma a la máquina, para ponerlo en español. Así que, después de eso, pude entender en qué programa estaba lavando la ropa.
Mi recomendación, a los estudiantes que vayan a hacer algun intercambio, es que traten de aprovechar al máximo la experiencia, viajar por algún país o ciudad cercana, para conocer aún más gente y seguir abriendo sus horizontes personales.

Mario Gómez - estudiante de Turismo (movilidad a México)
La experiencia de este viaje internacional fue algo muy positivo y, sobre todo, inolvidable. Además de permitirme realizar por primera vez un viaje fuera de mi país, pude tener un intercambio de culturas, no solamente con el país visitado, sino con los demás estudiantes que se encontraban en la misma situación (chicos de España y Francia). Esto te permite lograr nuevas amistades y, sobre todo, tener una buena convivencia a pesar de nuestras distintas costumbres y tradiciones.
El nivel académico de la universidad visitada, si la comparamos con la UNLa, tiene una gran diferencia, ya que en México es un poco más bajo que el nuestro, pero eso no quita la posibilidad de haberme traído grandes aprendizajes. Como estudiante de la licenciatura en Turismo tuve la oportunidad de realizar diferentes actividades de campo, porque allá tienen un 50% de teoría y un 50% de prácticas. La institución colabora con distintos medios, ya sea financieros o de transportes, para que los estudiantes puedan llevar a cabo este trabajo con mayor facilidad.
En lo personal, el impacto es positivo, porque te permite fortalecer tus conocimientos y te vuelves logrando tener nuevos amigos. Esta experiencia nos permite dar un paso fundamental en nuestra formación, logrando un crecimiento como futuros profesionales y como personas.
Desde que pisé el suelo mexicano las personas, con su atención y amabilidad, me hicieron sentir que aún seguía en casa. Realizar esta movilidad me enseñó a sentirme seguro a la hora de viajar y conocer nuevos lugares.
Mis recomendaciones para los futuros viajeros, ya sea a la universidad en la cual estuve u otras instituciones, es que se animen a realizarla con toda seguridad, que estén preparados a estar y convivir con personas que no conocen, a cursar materias que no conozcan aunque no les sean reconocidas, a animarse a degustar comidas nuevas y demostrar constantemente que nuestro país tiene personas humildes y dispuestas a animarse a cualquier circunstancia que la vida les presente.

Carla Sánchez - estudiante de Enfermería (movilidad a Brasil)
Mi movilidad internacional, en líneas generales, fue increíble. Una gran experiencia que me dejó mucho aprendizaje, tanto en la parte profesional como en lo personal.
El nivel académico de la PUC, una de las Universidades privadas de Sorocaba, es muy bueno.  La universidad es muy respetada, y muy exigente con sus alumnos. Lo bueno fue que conocí otro tipo de metodología de estudio, muy distinta a la nuestra. Ves de otra manera la carrera.
En lo personal, uno aprende a desenvolverse de otra manera, y en mi opinión, en la parte personal, me ayudó mucho: necesitaba conocer y aprender otras cosas. Me llevo mucho de la parte institucional. La verdad, no me puedo quejar, ya que la PUC y la UNLa estuvieron conmigo en todo momento, siempre respondiendo y solucionando alguno que otro inconveniente.
Jamás voy a olvidar los momentos que viví juntos a mis dos compañeros Carlos y Yanina. Me gustaría compartir con ustedes algo muy lindo: que los profesionales del hospital y compañeros quisieran aprender español, ya que les gustaba nuestro sotaque (acento) y nuestro idioma. Hubo muchas risas junto a ellos.
Para los futuros estudiantes de intercambio, les digo que si tienen la oportunidad de hacerlo, lo hagan, ya que es algo único, vivir en otro país, tener nuevas costumbres, otro idioma. No es difícil, chicos, fui muy bien recibida tanto por directivos, como por profesores, coordinadores, y compañeros.
La PUC  me dejo una gran experiencia. Uno aprende a valorar también lo que tiene en su país. Jamás me olvidare de este gran intercambio.
Una última cosita: con mis compañeros de intercambio le recomendamos a la PUC, que tendrían que mejorar el monto de la beca, ya que el alquiler era muy alto. El resto fue genial. Nuevamente, muchas gracias a la UNLa, la PUC-SP, y al Programa Marca.

Ernesto Fontenla – estudiante de Turismo (Movilidad a Colombia)
Vivir seis meses en Bogotá, Colombia, fue una experiencia fuerte, llena de historias y personajes sorprendentes; pero cada quien arma su aventura como quiere. En mi caso, opté por viajar lo más que pude –estudio Licenciatura en Turismo- y todos esos paisajes, y cuan divina cultura, dejan marcas pero más aprendizajes. Fue increíble, todo.
La Universidad del Bosque, no solo como mis anfitriones sino a nivel institucional, me ha recibido siempre con especial atención; desde el primer día que llegué hasta después de terminado mi intercambio. El nivel académico es distinto, porque la educación difiere, la metodología es distinta, pero me resultó grato aplicarla. Las materias que decidí cursar allá tuvieron un programa muy eficaz, incuso todos los semestres hacen salidas de campo para aplicar el aprendizaje en forma empírica.
En tanto organización privada, la universidad no deja absolutamente nada que desear; como estudiante pude acceder a todo lo que quise.
Hay impactos de todo tipo, pero más destaco los culturales y los que son relativos a nuestra demanda personal. La espacialidad y la temporalidad son dos términos claves; con la primera me refiero al cambio de nuestro entorno habitual, a todo lo nuevo que no dejamos de aprender y que además debemos incorporar a nuestras vidas diarias por el simple hecho de vivir en otro país. Con la segunda, me refiero al tiempo, que podríamos percibir de distintas formas ya que, cuanto más tiempo pasa, más cosas aprendemos a ver y revalorizar, aprendemos a ver con más sabiduría; y ese es el momento en el que podríamos extrañar o decidir avanzar un poco más.
Estas nuevas connotaciones y retos modifican el abanico de nuestras perspectivas personales, generando también cambios en nuestra visión como estudiantes, y así se iluminan nuevas ideas y nacen nuevos objetivos.
El intercambio cultural me resultó muy óptimo en lo concerniente a la cultura colombiana, pero también tuve la oportunidad de hacer amigos de otras nacionalidades. Por ejemplo, en la casa de movilidad que me facilitó la Universidad del Bosque, conviví -entre otros- con dos franceses. Esto fue muy bueno para romper con algunos mitos, pero más grandioso fue notar todos esos puntos en los que convergen ambas culturas, que nos hacen menos diferentes y nos permiten aprender a hablar un mismo idioma.
Los nuevos afectos resultan de gran impacto durante la experiencia. No olvidemos que nuestras necesidades de reconocimiento y pertenencia son más vulnerables cuando nos enfrentamos solos al tiempo.
A todo aquellos que se consideren lo suficientemente abiertos y busquen adquirir nuevas perspectivas, esta es sin duda LA experiencia. La idea no es solo difundir, sino también motivar; cuando nuestra motivación es alta podemos lograr grandes cosas. Ante todo, les recomiendo indagar sobre los programas de intercambio que posee la Dirección de Cooperación Internacional de nuestra universidad: sería una buena forma de empezar a trazar perspectivas y tejer motivación.

Gonzalo Fernández - estudiante de Trabajo Social (movilidad a Colombia)
Mi experiencia fue muy satisfactoria y realmente transformadora, llena de nuevas experiencias que marcaron mi vida y mi personalidad, enriquecedora desde todos los aspectos. Fue un cambio, no solo académico, sino cultural, social, espiritual y hasta emocional.
Cursé 7 materias. La mayoría de las fueron de Trabajo Social, pero también cursé materias de Filosofía y de Periodismo. Me fue muy bien en todas. El nivel académico sin dudas es bajo. Me siento muy orgulloso del nivel académico de la UNLa. Además, aproveché las actividades culturales y deportivas en el campus, como tango, baile moderno, percusión, malabares y yoga.
Sin duda son muchos impactos los que genera este intercambio. A título personal me sirvió para conocerme mucho más a mí mismo, que es lo más difícil de conocer. Tomar decisiones en momentos críticos, sin amigos del barrio o de la universidad, sin la familia cerca, sin San Lorenzo…Pero cultivé muchos valores y desarrollé muchas actitudes positivas. Además, hice infinidad de amigos.
A nivel institucional, la experiencia sirve para fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre futuros profesionales, comprender nuevas estrategias y metodologías de aprendizaje, reforzar los vínculos entre los distintos países, para el desarrollo de nuevas capacidades entre el estudiantado.
Anécdotas hay miles. La que más recuerdo fue al mes de llegar a Armenia, Quindio cuando rendí mi primer parcial fuera de mi país con el profesor más temido por los alumnos -doctor en sociología cultural,  que tiene todo mi respeto y afecto- y con la catedra más desconocida en ese momento, el Seminario de Problemas Colombianos. A la semana siguiente, el profesor dio las notas. Yo había obtenido 4,8/5. El profesor, de modo serio pero de alguna manera simpático, le dijo al auditorio: "No puede ser que el argentino sepa más de problemas colombianos que ustedes. Cuéntanos, Gonzalo, ¿cómo haces para tener esa coherencia y argumentación?". Mi alma se elevó de orgullo, pero mi cuerpo se hundió en la silla. Sorprendido, le respondí: "No sé, me sale así". Probablemente ese día me gané el respeto y cariño de muchos compañeros y compañeras, y quizás no tanto el de otros.
A los que deseen estudiar en el exterior les diría que no lo duden, que se pongan metas y objetivos, que lo planifiquen. Y que sueñen mucho y se sacrifiquen mucho más.

Virginia Gilles Fernández - estudiante de Audiovisión (movilidad a México)
Mi experiencia fue genial. Fue mi primer viaje tan lejos y sola. Encontrarse en una situación así resulta fructífero siempre y cuando uno pueda ir armándose de cosas como un hogar, una universidad y gente para frecuentar. Guadalajara se convirtió en un hogar para mí y la Universidad de Guadalajara formaba parte de mi cotidianeidad.
Académicamente creo que la UDG no tiene un gran nivel si lo comparamos con la UNLa, pero tuve algunas materias más interesantes que otras. La experiencia también tiene que ver con eso, ¿no? Experimentar uno mismo que todos los lugares son diferentes. Creo que antes de salir del país de origen hay que  averiguar muy bien de qué se tratan los programas y si es posible contactar al director de la carrera para ir con más certezas. En mi caso llegué a Guadalajara y me encontré con muchas sorpresas con respecto a los programas brindados por la universidad y tuve que reorganizar las materias que iba a hacer. ¡De todas formas creo que debe ser imposible llegar a otro país con todas las certezas! De eso se trata. En mi caso, situaciones de este tipo con la universidad o tropezones con otras cosas, como la búsqueda de alojamiento, me hicieron aprender mucho. La experiencia cambio muchísimas cosas en mí. ¡Creo que estas situaciones tienen que ver con salir de la comodidad e ir a buscar! Si querés cursar más materias o seminarios en la universidad, tenés que ir a buscarlos, preguntar, hablar, conocer. Si querés conocer gente proveniente de otras culturas, tenés que salir y buscar a esas personas, porque están en algún lugar. Y si querés viajar y conocer el país, también: hay mil maneras de hacerlo. ¡A las personas que no tengan ganas de buscar, caerse y levantarse no les recomiendo que se postulen para viajar! La experiencia te ayuda a despojarte de prejuicios. En mi caso, ahora enfoco mi carrera hacia otro lado. Se abren más posibilidades en muchos campos.
A los estudiantes que quieran ir a estudiar al exterior les diría que vayan con muchas ganas de conocer y crecer a nivel académico y a hacer amigos, a viajar y a llenarse de culturas sumamente ricas.

Wanda Olivares - estudiante de Planificación Logística (movilidad a Colombia)
Mi experiencia fue buenísima, desde lo académico y lo personal. A nivel académico aprendí mucho, además de las materias homologables, cursé materias de otras carreras como "asistente" que, si bien no eran parte de la carrera, me sirvieron para abrir el campo profesional. Además tuve la posibilidad trabajar con un grupo de investigación en transporte, trabajo que pretendemos continuar con estudiantes y docentes de la UNLA y la UPTC, vinculando ambas universidades.
A nivel personal mi vivencia fue muy enriquecedora, vivir cuatro meses en Colombia me permitió conocer el país en su cotidianidad, conocer su historia, sus paisajes y sus realidades tan distintas a las nuestras. Fui muy bien recibida por compañeros y docentes, que me enseñaron sobre el país, sus problemáticas y su belleza.
El nivel académico de la universidad es bueno, si bien el sistema educativo difiere bastante del argentino. Muchos docentes establecen jerarquías muy marcadas y el sistema es muy exigente en cuanto a la evaluación constante de los estudiantes. En Colombia las universidades públicas son pagas: eso hace que los estudiantes necesiten acortar sus tiempos de permanencia en las universidades y no siempre escojan las carreras que más les gustan sino las que se ajustan a sus presupuestos ya que hay "precios" distintos entre carreras.
Como aspecto positivo resaltaría la cercanía que existe entre estudiantes y algunos docentes, lo que genera la posibilidad de trabajar en forma conjunta en grupos de investigación, seminarios y conversatorios. Como aspectos negativos, la imposibilidad de algunos docentes de emitir opiniones distintas, dado que se encuentran muy condicionados por la línea institucional, dado que en Colombia existe, en líneas generales, una gran carencia de libertad de expresión.
Fue una experiencia muy rica, que me dejó una marca importante a nivel personal, personas y lugares que extrañaré siempre, y la posibilidad de haber conocido desde adentro un país tan complejo como hermoso. En lo académico la movilidad tuvo para mí un gran impacto, no sólo por haber tenido la posibilidad de conocer a otros autores y enfoques de la carrera, sino también por sentar las bases de un trabajo de investigación que continúa a pesar de las distancias.
Anécdotas: una buena y una mala. La buena fue que apenas llegué a Colombia lógicamente estaba un poco abatida por lo que se vendría, pero fui recibida en el alojamiento de la universidad por un grupo de estudiantes de intercambio de Argentina y México con quienes conviví durante toda la estadía formando una cuasi familia de extranjeros. Los colombianos y colombianas son muy cálidos y tenían mucho interés en conocer a los que veníamos del exterior, así que fuimos atiborrados de preguntas, calidez y amistades. La mala: un día los estudiantes se manifestaron pacíficamente en apoyo a los campesinos del lugar. Estábamos todos en el parque de la universidad cuando sorpresivamente ingresó la policía y comenzaron a reprimir a los estudiantes con gases, golpes y amenazas. Desgraciadamente fue un escenario repetido, dado que en Colombia la policía tiene vía libre para ingresar a las universidades.
Chicos: si quieren viajar no lo duden, porque es una experiencia hermosa desde todo punto de vista.

Luciano López Santesteban - estudiante de Gestión Ambiental Urbana (movilidad a Brasil)
Mi experiencia en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul me ayudó a crecer tanto en lo profesional/académico como en lo personal. Sin duda estoy muy contento de haber tenido la oportunidad.
El nivel académico de la carrera en la que cursé me pareció excelente.
En lo personal, creo que la movilidad me ayudó a repensar distintos aspectos de la vida. Uno deja el contexto en el que creció y llega a un lugar donde no tiene relación con nada ni nadie. Eso da la oportunidad de construir las cosas desde un nuevo lugar, mucho más ajustado a los gustos y necesidades personales. En lo laboral/académico, crecí mucho en mi formación y tuve la oportunidad de aprender un nuevo idioma. Además, pude ver cómo se estudian las cuestiones ambientales en otro país, lo cual sirve muchísimo. Para realizar el intercambio tuve que dejar mi trabajo y a la vuelta, con una experiencia de estudios en el exterior, pude conseguir otro mejor (me gusta más y está mejor remunerado).
Personalmente, yo me metía en todos lados. Quería conocer y saber todo lo que pudiera. Eso hizo que a veces viviera situaciones incómodas. No vale la pena mencionar alguna en particular, pero ¡curiosos, tengan cuidado!
A los jóvenes que quieran realizar una movilidad internacional les recomiendo que salgan de su zona de confort y se abran a lo nuevo, que se animen a interactuar con personas que son distintas, a bailar ritmos que no conocen, a estudiar materias que no manejan y a hablar idiomas que les dan dificultad, que distingan las cosas importantes de las superfluas y que disfruten todo lo que puedan, porque es una experiencia única.

Ulises Escribano - estudiante de Trabajo Social (movilidad a Brasil)
Estudiar Trabajo Social en Brasil ha sido una experiencia muy positiva por diversos motivos. Brasil cuenta con una formación rigurosa en servicio social desde una perspectiva histórico-crítica. En este intercambio he reafirmado la vigencia e importancia teórica que tienen los aportes de trabajadores sociales brasileros como José Paulo Netto, Marilda Iamamotto, etc. Al mismo tiempo fue enriquecedor conocer algunas de las conquistas que los trabajadores sociales brasileros alcanzaron a través de instancias organizativas, plasmadas por ejemplo en el Código de Ética Profesional del Servicio Social de dicho país.
La Universidad Federal de Tocantins, en donde cursé, cuenta con un nivel académico similar al de la UNLa. Es una universidad que solo tiene 8 años de existencia (el Estado solo tiene 20 años), y está ubicada en el interior de Brasil. La carrera es muy rica en términos bibliográficos, ya que tienen mucha lectura de los clásicos. En relación a la metodología, asistencias, exámenes, etc., la calidad era inferior, ya que por dificultades geográficas y/o climáticas algunas veces se dificultaba el funcionamiento normal de las clases.
Institucionalmente, para la UFT ha tenido un impacto muy grande, ya que fuimos los primeros estudiantes de intercambio internacional de toda la Universidad. Y además del intercambio académico, para ellos fue una experiencia cultural importante. Para la UNLa, creo que este primer intercambio con Brasil, particularmente de Trabajo Social, es algo que mucho estudiantes estábamos esperando, ya que también en la carrera impulsamos seminarios-talleres de portugués. Precisamos más intercambios con Brasil, Venezuela, y otros países de América Latina, para entender los nuevos desafíos del colectivo profesional de la región, así como también apropiarnos de las herramientas teóricas e intelectuales que se producen en nuestro continente.
A los jóvenes que quieran estudiar en Argentina, les diría que la experiencia de intercambio es una experiencia única, que en nuestra provincia hay una infinidad de cosas muy importantes para conocer y en nuestra universidad pueden encontrar muchos estudiantes dispuestos a orientarlos en experiencias comunitarias, movimientos sociales, etc. (si son estudiantes de las ciencias sociales).

Nicolás Belfiglio - estudiante de Enfermería (movilidad a México)
Mi experiencia, en pocas palabras, fue algo único e inmejorable. La relación con mis pares fue profesional (desde el punto de vista académico) y muy abierta y llena de confianza (desde el punto de vista personal). Este tipo de experiencias me permiten crecer más en relación a mí mismo, mis posibilidades y mis condiciones de autogestión.
El nivel académico que se maneja en la carrera de Licenciatura en Enfermería de la Universidad de Sonora es verdaderamente bueno y completo, además de contar con un nivel de exigencia alto para los docentes.
Creo que el impacto personal que tuvo esta movilidad fue generar un crecimiento, en cuanto a conocer fortalezas y debilidades, permitiéndome valerme por mí mismo en todo momento. Estoy acostumbrado a este tipo de experiencias por mi condición de Boy Scout, pero esta experiencia no podía pasar en mi vida como un viaje más. Respecto al impacto institucional, la posibilidad de cursar en una universidad con tantas buenas prestaciones para los estudiantes y con un nivel académico tan alto y prestigioso me demostró que vale la pena realizar este tipo de experiencias, viajes e intercambios.

Gabriela Portilla - estudiante de Economía Empresarial / No docente (movilidad a Paraguay)
La experiencia es enriquecedora tanto en lo personal, profesional y actitudinal. Poder estar en otro país, vivir, estudiar y trabajar en una sociedad con culturas similares pero diferentes amplía el poder de comprensión de las cosas, abriendo tu imaginación a regiones no exploradas.
El nivel académico de la Universidad Autónoma de Asunción me pareció mucho más escolarizado y básico que el de la Universidad Nacional de Lanús. Tuve que rendir dos materias UAA para dar por aprobada una de la UNLa.
El impacto es total. Hay un antes y un después de este tipo de experiencias, puesto que no se vuelve a mirar el mundo con los mismos ojos. Todo se vuelve más cercano y posible.
Como experiencia piloto de beca Staff junto a la beca de movilidad, pienso que en principio se debería trabajar con algún proyecto común para que el administrativo en cuestión pueda desarrollar, dando un resultado positivo tanto en la universidad de origen como en la de destino, para evitar que termine de asistente archivando papeles o haciendo planillas de Excel.
Asimismo, y para futuros intercambios, habría que interiorizarse en las propuestas extracurriculares, como deportes que pueden desarrollar los alumnos como parte del intercambio, ya que en la UAA contaban con equipos deportivos importantes que participaban en torneos interuniversitarios, coros y otras actividades. Obviamente este proceso lo realiza el alumno, pero no estaría de más que se lo informásemos.
Respecto al alojamiento, tuve muy buena suerte en encontrar una casa de familia que me albergara. Los otros chicos del Programa no tuvieron la misma suerte y quedaron librados a tarifas muy altas y servicios deficientes, hasta que solucionaron su estadía de manera personal. No es una obligación de la universidad alojar a sus alumnos, pero es un buen punto de contención a la hora de hacer sentir bien a una persona que se encuentra en un país diferente y solo, a veces hasta hablando otro idioma.
El apoyo en la dirección de relaciones internacionales respecto a cómo encarar sus materias o bien saber dirigirlos según sus expectativas también es importante.
Ojo: insisto, son solo apreciaciones de lo que he visto en mi entorno, porque yo me desenvolví mejor por el solo hecho de ser una persona adulta. El promedio de los chicos que viajan es de entre 18 y 25 años.
Como experiencia personal, pude acercarme a la Federación de kick boxing, deporte que practico en Argentina. No sólo me recibieron cálidamente, sino que hice allá un seminario para ser juez y fiscal latinoamericano, y eso me permitió viajar a Brasil representando a Paraguay.
Primero y principal: no dar nada por sentado y averiguar todo con sus directores de carrera, ocuparse de cada detalle, inscripciones, preguntar y preguntar.
Cuando llegan a la universidad, si pueden llevarle un presente argentino regional a su coordinador, aunque sea modesto, es buen gesto que se valora mucho. Asimismo, cuando regresan a las autoridades que permitieron la adjudicación de beca como agradecimiento. La UNLa trabaja para nosotros y está bueno reconocerlo.
Verificar siempre el cambio con el costo de vida. Con respecto a este problema con los dólares, conseguir una tarjeta de crédito internacional puede ayudar cuando la beca no alcanza. Y lo esencial: viajar sin expectativas y dejarse llevar por la experiencia, es algo que siempre atesorarán.

Luciano Ciccolella - estudiante de Trabajo Social (movilidad a México)
La experiencia ha sido positiva en todos los aspectos: poder conocer otra cultura, su mirada sobre la realidad social y sobre todo su gente. Todo esto ha servido para que sea de las mejores experiencias de mi vida. Considero que el nivel académico ha sido muy bueno, pero no completo como el de la Universidad de Lanús.
El impacto a nivel personal es muy fuerte, porque permite pararse desde otro lugar y comprender la realidad con otras miradas. Con respecto a lo institucional, la movilidad le da un prestigio internacional a mi universidad y la posiciona de manera muy positiva.
Creo que una de las mejores anécdotas fue el momento en que conocí a las personas con las que viví en México. Sin darnos cuenta, estábamos sentados en el avión de Argentina a Chile, y al finalizar el viaje se convirtieron en grandes amigos de ruta. A los que quieran venir a estudiar a Argentina les recomendaría que aprovechen para conocer, para abrirse a otra cultura, que difundan el proceso de cambio que viene sucediendo en nuestro país y que tomen esta oportunidad como algo único.

Javier Oubiña - egresado de Economía Empresarial (movilidad a España)
He participado como becario del Programa Jóvenes Líderes Iberoamericanos de la Fundación Carolina en España, el año pasado, representando a la UNLA. Este Programa me ha llevado a recorrer Europa y reunirme con grandes líderes políticos y económicos de la Unión Europea, desde empresarios, políticos, artistas hasta los mismísimos príncipes de España, con quienes tuvimos una audiencia-debate. Formé parte de un grupo de 50 graduados latinoamericanos de 21 países distintos y de diferentes profesiones.
En cuanto a mi opinión sobre lo vivido puedo mencionar que, más allá de que algunos representen ideas que no comparto, no dejan de ser opiniones respetables e interesantes, ya que en todos los casos existe la posibilidad de preguntar acerca de los temas que nos interesen. En este sentido, las opiniones de la mayoría de ellos han sido muy valiosas.
En particular me ha sorprendido la actitud de muchas de estas personalidades para hablar del tema de la crisis que hoy vive Europa. Varios de ellos la ven como una influencia del sistema financiero mundial que se desató en EEUU en 2008, que generó crisis de confianza en los mercados del mundo. Otros, más involucrados con el tema, reconocen que existen aspectos de la integración europea que no fueron contemplados y hoy se están evidenciando (por ejemplo la rigidez en las organizaciones para la toma de decisiones). Me llama mucho la atención, también, que nos ven como una referencia para salir de la crisis. Porque es cierto, nosotros ya hemos vivido algunas y tenemos respuestas que ellos no. Si bien no creo en las recetas, siempre es bueno tener otro cristal para ver el fenómeno. Otra de las cuestiones que vale la pena contar es la falta de cultura/conciencia europea, como lo denominan aquí. La gente no se siente europea, se siente de su nacionalidad.

Matías Galgano - estudiante de Ciencia Política y Gobierno (movilidad a México)
Tener la posibilidad de interactuar con compañeros estudiantes de otro país, con académicos con visiones diferentes de las que te formaste, y sobre todo poder contextualizar el nivel académico con la cultura local fue una experiencia sin igual.
Con respecto a lo personal creo que tiene un impacto estructural. Considero que este viaje me aportó gran cantidad de información que, por supuesto, todavía no he procesado, pero que considero va a tener una gran influencia mi comportamiento en los años sucesivos. Con respecto a lo institucional considero que en un mundo global no poseer intercambios estudiantiles aislaría a la universidad, desde este punto de vista pondero lo siguiente: el intercambio fortalece la presencia institucional de la universidad en un contexto académico global fluctuante. Uno de los académicos de la universidad  en la cual me encuentro me invitó a participar de un conservatorio sobre un tema a tratar. Di mi opinión al respecto y todos se me quedaron mirando y alguien me dijo: "Y, sí, se nota que venís de otro país, tenés una mirada más objetiva de lo sucedido". El presidente de la mesa me regaló un libro que trataba lo que se estaba debatiendo en ese conservatorio y yo le di un trabajo mío que tenía con respecto al tema. Moraleja: Emprender el viaje hacia nuevos horizontes no solo fortalece tu mirada sobre lo que pretendas estudiar, sino que también ayudas a la construcción de conocimiento colectivo. No lo piensen dos veces. La experiencia de estar 4 meses en un país que difiere, en la forma, en gran medida de lo conocido por uno es inigualable y cambiará en gran medida de tu visión sobre el mundo que te rodea. En segundo término, que traten de hacer la mayor cantidad de amigos posibles en argentina y que tengan una relación buena con los académicos. Uno nunca sabe  cuáles pueden ser sus futuros laborales y tener relaciones con diferentes estudiosos puede ser de mucha utilidad. Y por último, que se diviertan mucho. El intercambio no solo es estudiar, es relacionarse amablemente con los compañeros para pasar buenos momentos juntos.