Asistimos a una época de mayor entendimiento común sobre el concepto y la significatividad de la educación permanente, y sobre las posibilidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida.

Las instituciones acompañan esta toma de conciencia y comienzan, entonces, a demandar mayores conocimientos, a la vez que desarrollan y habilitan nuevas instancias y espacios de formación. Se incorporan así sectores históricamente excluidos de los ámbitos de producción y difusión del conocimiento, y se prolongan en el tiempo las oportunidades de aprender, pues ya nadie egresa en forma definitiva de los sistemas educativos.

La complejidad de la vida cotidiana actual requiere de una constante actualización, en pos de un mejor desempeño tanto en el ámbito laboral/ profesional como en el personal. La mirada de la educación permanente abarca e integra como procesos de formación continua a la educación de adultos, a la educación para el trabajo y a la educación no formal.

Este panorama plantea a nuestra Universidad el desafío de planificar una educación permanente accesible a todos los sectores sociales, organizada de forma democrática y que incluya a sus destinatarios como sujetos sociales activos.

La Secretaría de Cooperación y Servicio Público, a través de la Dirección de Educación Permanente, ha ido incorporando desde su creación diversas opciones donde personas de distintas edades y formaciones educativas heterogéneas puedan acceder a un proceso educativo horizontal y participativo. En esta línea propiciamos el acercamiento de distintos sectores de la población a la continuidad de su formación e inclusión social a través del aprendizaje permanente.

Directora

Lic. Alejandra Fazio