Capitalismo subjetividad y representación: elementos teóricos para repensar el materialismo ensoñado de León Rozitchner

Director: Sucksdorf, Cristián 
Codirector: Sabino, Pablo
Investigador: Enrique Oscar Stola

La obra de León Rozitchner puede interpretarse como un esfuerzo por pensar las condiciones subjetivas de posibilidad de nuestras sociedades capitalistas tardías. No se trata tanto de una forma de interrogación ligada al problema de la servidumbre voluntaria "cuyo linaje puede remontarse desde Etienne de la Boétie hasta Wilhem Reich", sino más bien de una investigación sobre las condiciones de producción de sujetos adecuados a un modo de vida "el capitalista" centrado en un sistema creciente de contradicciones reales. Y si como afirma Marx (ya desde la primera línea de El capital), la mercancía funciona como forma elemental (Elementalform) de la riqueza en nuestra sociedad, punto en el cual se anudan tendencialmente todas las interrelaciones sociales, ¿no debería existir también una forma subjetiva que establezca una coherencia con esa forma social contradictoria? Y si pensamos que esta lógica de la síntesis social capitalista consiste en una creciente sustitución de las interrelaciones fundantes de los cuerpos por su forma representada, entonces este problema de la representación, en cuyo vértice aparece la forma-mercancía, no sería sólo un problema de estructuras económicas, sino fundamentalmente el de nuestra propia constitución subjetiva. La obra de León Rozitchner nos permite plantear radicalmente este problema, es decir, desde su raíz. El giro de su pensamiento a partir del libro La Cosa y la Cruz de 1996 supone una dimensión más profunda para pensar la producción de sujetos isomorfos a la forma "físicamente metafísica" de la mercancía (Marx). Esta dimensión es lo que Rozitchner denomina la experiencia arcaica del sujeto, consiste en las primeras marcas de su existencia "vinculadas íntimamente con el proceso primario descripto y analizado por Sigmund Freud" determina la profundidad a la que debe llegar el capitalismo para producir sujetos adecuados a su contradicción. Pero no se trata solo de señalar la sobre determinación (ahora también desde la dimensión arcaica) que opera la sociedad capitalista, sino también de identificar los núcleos resistentes que desde allí podrían ponerse también en juego. A esto apunta el proyecto de un materialismo ensoñado (Rozitchner, 2011), que podríamos definir entonces como el intento de identificar las potencias colecticas que podrían surgir de la prolongación de las determinaciones arcaicas, más allá del modo limitado en que aparecen por los "modos de vida" (Foucault, Hadot) capitalista.