Martes 24 Septiembre 2024

Edificio de la UNLa nominado para la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires

La Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires se celebrará del 9 al 13 de octubre en el Faena Art Center de Puerto Madero. En ese contexto, el edificio de la Escuela Judicial “Manuel Dorrego” de nuestra Universidad fue nominado para participar por el premio Bienal en la categoría “Equipamientos de diverso tipo y programa de carácter público”.

La edificación fue seleccionada entre 650 trabajos que se presentaron para participar, y competirá por el galardón con otros nueve proyectos como el flamante Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile; los edificios hospitalarios polivalentes Universitari Trias i Pujol y General de Granollers, ambos de Cataluña; el colosal y ultramoderno parque público Sesc Parque Dom Pedro II de San Pablo, Brasil; y el Edificio Tornavías de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) –que también conserva los vestigios de su origen ferroviario-, entre otros.

Los elegidos formarán parte de la Exposición Digital de la edición y todos los premiados tendrán la posibilidad de participar de la sexta edición del Premio ON/Oscar Niemeyer, organizado por la Red de Bienales de Arquitectura de América Latina (Red BAAL). La premiación se realizará el sábado 12 de octubre a las 19, en el auditorio del Faena Art Center.

El edificio “Manuel Dorrego”

El edificio de la Escuela Judicial “Manuel Dorrego”, con capacidad para 1.080 estudiantes, fue inaugurado el 4 de junio de 2022 con motivo de las celebraciones por el 25º aniversario del inicio de las actividades académicas de la UNLa. Se trata de un espacio de 1.584 m2 recuperado, que antes funcionaba como taller de fundición.

La construcción de la Escuela Judicial había comenzado en 2015, pero en 2016 se detuvieron las obras por falta de presupuesto. A fines de 2020, se retomaron gracias al aporte del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria, que llevaba adelante el Ministerio de Obras Públicas en coordinación con el Ministerio de Educación.

La Universidad recibió el terreno anexo al predio de avenida 29 de septiembre en estado de total abandono como consecuencia del “ferrocidio” ocurrido durante la década del 90.

Se elaboró un plan de intervención basado en la puesta en valor del terreno y de los edificios tomando como consigna respetar el lenguaje arquitectónico preexistente.

El edificio intervenido, materializado con una nobleza constructiva incomparable, soportó con estoicismo largos años de abandono y la falta de mantenimiento en todos sus componentes.

Desde su concepción tecnológico-constructiva el edificio es un cabal ejemplo de la ingeniería y arquitectura ferroviaria de fines del siglo XIX, compuesto por una planta libre con cubierta de estructura metálica tipo shed con acceso central aporticado y pasante de vías ferroviarias.

La premisa fundamental bajo la cual se desarrolló la intervención, ya sea durante el proyecto, como en la etapa de construcción, fue la puesta en valor de la construcción existente respetando la tipología de edificio original en función de los nuevos usos. Una caja contenedora recuperada en su noble materialidad muraria y de la cubierta con estructura metálica tipo shed, para alojar las nuevas instalaciones de la Escuela Judicial “Manuel Dorrego”.

La refuncionalización del edificio demandó por su programa de necesidades nuevos espacios y prestaciones generando una estructura independiente dentro del edificio contenedor histórico. Nuevas instalaciones troncales y secundarias, sistemas de accesibilidad total para el edificio, obras que se realizaron tomando como premisa la utilización de materiales de aspecto neutro que acompañasen de manera noble y apacible la edificación existente.

Satisfacción y antecedentes

“El solo hecho de estar seleccionado para participar, ya es un logro enorme”, comenta Fernando Spataro, el arquitecto de la UNLa que se encargó de postular al edificio de la Escuela Judicial “Manuel Dorrego” para la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires.

Spataro fue uno de los arquitectos que formó parte de la concreción del edificio. Los otros fueron Francisco Gigliotti, Miguel Angel Lico, Gustavo Rodrigo, Daniel Giovanini, Rogelio Caruso, Fabian Naspleda, Daniel Paris y María Victoria Turso. También participaron del proyecto el ingeniero Raúl Leyton y técnico Luis García Yero.

Por último, Spataro recuerda que la UNLa tiene un importante historial en cuanto a edificios premiados. Sobre todo, aquellos que eran espacios que pertenecieron al ferrocarril, habían quedado abandonados y la Universidad los rescató y puso en valor. Tal es el caso del actual Cine Universitario “Tita” Merello, que construyó sobre el antiguo armazón de un depósito de aceite ferroviario y que fue galardonado con un premio del Colegio Profesional de Arquitectura de la provincia de Buenos Aires.

En ese sentido, otro emblemático reconocimiento fue el que obtuvo el José Hernández -sede del rectorado, de los departamentos académicos, aulas y oficinas, el cual antiguamente era un archivo ferroviario- que fue distinguido con el segundo premio Iberoamericano a las obras de Patrimonio Histórico por parte del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP).

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