En el Centro Cultural Kirchner (CCK) se realizó el prestreno de "Manuel Ugarte. El destino de un continente", el documental de Felipe Pigna sobre la vida y obra del escritor, diplomático y político argentino, referente del pensamiento nacional y latinoamericano. Una obra que contó con un importante aporte de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa).
Producido y dirigido por Martín Pigna y Federico Molna, el proyecto fue una iniciativa de Santiago Ceria, sobrino bisnieto de Ugarte.
El film cuenta con la participación de Leonardo Sbaraglia, quien personifica y pone su cuerpo y voz para algunos textos de Ugarte, y también de Natalia Oreiro, quien interpretó a la poetisa uruguaya Delmira Agustini.
Con el apoyo de Cancillería Argentina, la obra contiene escenas en los distintos escenarios donde vivió Ugarte: México (donde fue embajador), Cuba, España, Estados Unidos, y las ciudades francesas de París y Niza (donde falleció en diciembre de 1951).
“El documental que recorre la vida y obra de Ugarte y va resaltando los puntos más importantes de sus aportes, además habla de su silenciamiento, sus viajes por toda Latinoamérica, su antimperialismo y cómo textos de él que tienen tantos años todavía tienen vigencia plena en nuestros días”, destacó Martín Pigna.
La película contó con un importante aporte de la UNLa: una tarea de asesoramiento histórico del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte” y entrevistas que se podrán ver en el film a su directora, Mara Espasande; a Francisco Pestanha, director del Departamento de Planificación y Políticas Públicas; Marcos Mele, secretario de Investigación y Posgrado de la UNLa, y al historiador e investigador Facundo Di Vicenzo.
“Fueron un poco las personas que más nos iluminaron para contar la historia de Ugarte, quienes más nos apoyaron durante toda la película para esto. Fue muy importante su participación”, completó Martín Pigna.
“Desde el Centro Ugarte no dudamos en poner a disposición los resultados de nuestra investigación ‘Manuel Ugarte: pensador de la Nación Latinoamericana’, desarrollado de 2017 a 2020. ¿Cómo llegó la figura de Ugarte a la UNLa?, nos preguntaron. Como todas las cosas hermosas y amorosas con la Patria Grande, de la mano de la rectora y fundadora de nuestra casa universitaria, Ana Jaramillo”, explicó Mara Espasande.
Y continuó: “En 2013 propuso la creación del Centro de Estudios que tengo el enorme honor y responsabilidad de conducir, retomando la nominación que Rodolfo Puiggrós utilizó para designar al Instituto de Estudios del Tercer Mundo allá por 1973, cuando era Rector de la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires. Somos parte de una historia de luchas, amores y desamores, que sigue fluyendo. Que este documental sirva para difundir la obra de este Maldito, silenciado por la cultura liberal oficial argentina. Porque Ugarte sigue escribiendo y anunciando que el destino del continente será la unidad y la liberación”, cerró.
Manuel Ugarte
Manuel Ugarte nació en Buenos Aires en 1875. Formó parte de la llamada “Generación del 900”, un grupo de intelectuales que reflexionó sobre la realidad latinoamericana y los modos de hacer frente a la presencia imperialista en la región. A los veinte años de edad, funda La Revista Literaria, inspirada en la montevideana La Revista Nacional, de José E. Rodó, alrededor de la cual se nuclearon jóvenes poetas como el peruano Santos Chocano o el venezolano Rufino Blanco Fombona.
En 1897, en París, conoce a los socialistas franceses. Repudia la intervención de Estados Unidos en la Guerra de Cuba. Apoya la Revolución Mexicana. Se opone a participación de la Argentina en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial. Protagoniza la Reforma Universitaria de 1918 en Córdoba. Viaja por América Latina alentando la unidad y la emancipación de todo proyecto imperial. Es, quizá, el primero en advertir que la solución de los problemas sociales de nuestros pueblos solo podrá lograrse a través de la integración política de la Patria Grande.
El Partido Socialista lo expulsó dos veces por sus posiciones nacionales. Los grandes diarios lo ignoraron y las universidades lo excluyeron de sus programas de estudio, a pesar de que publicó más de 40 libros, desarrolló un pensamiento político propio y fue autor de una gran obra poética y literaria.
Los sectores liberales y la izquierda internacionalista, teórica y abstracta, prefirieron no escucharlo. Lo tuvieron en cuenta, en cambio, Augusto César Sandino, con quien se carteaba; Alberto Einstein, Miguel de Unamuno, Henri Barbusse, Máximo Gorki y Upton Sinclair, con quienes compartía la dirección de la revista Monde; y el primer gobierno peronista, que lo nombró embajador en México, en Nicaragua y en Cuba.