El pasado 1° de julio se llevó a cabo en la sede de CLACSO el conversatorio Diálogos Intersectoriales: Reconocimiento de derechos a las personas trabajadoras en el comercio en el espacio público.
El encuentro fue organizado por el Grupo de Trabajo CLACSO ¿Qué trabajo para qué futuro?, el Instituto de Estudios Sociales en Contextos de Desigualdades (IESCODE-UNPAZ), el Instituto de Justicia y Derechos Humanos (IJDH-UNLA), la organización Mujeres en el Empleo Informal Globalizando y Organizando (WIEGO) y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y contó con la participación destacada de Tania Espinosa (Coordinadora del programa de leyes para Latinoamérica en Mujeres en el Empleo Informal Globalizando y Organizando), Javier Palummo (Relator Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos), y trabajadores/as y referentes sindicales y sociales de las organizaciones de representación de los/as trabajadores/as del espacio público (agremiados a la FTEP-UTEP) e investigadores/as especialistas en la temática. Moderaron el encuentro la Dra. Johanna Maldovan Bonelli (CONICET-IESCODE/UNPAZ) y la Dra. Berenice Timpanaro (UNLA).
La actividad se propuso con el objetivo de construir un espacio de diálogo entre referentes de organizaciones sociales, sindicales y no gubernamentales y del ámbito académico en pos de trabajar de manera conjunta la construcción de diagnósticos y propuestas que apunten a mejorar las condiciones de trabajo y de vida de quienes se dedican a la actividad. Durante el encuentro se abordaron los siguientes ejes:
-Condiciones de trabajo en la actividad y su relación con los derechos, particularmente con el uso del espacio público.
-El rol de la sindicalización: alcances y obstáculos de la figura sindical para el sector.
-Políticas posibles, propuestas y proyecciones a futuro.
A lo largo de las diversas intervenciones se destacó el rol de la venta callejera en tanto una de las principales estrategias laborales de una parte importante de los sectores populares frente a la crisis del mercado de trabajo formal que atraviesa a la región -y a la Argentina en particular- desde mediados de la década del 70. A su vez, los/as trabajadores/as y referentes/as dieron cuenta de cómo, en el Área Metropolitana la actividad tiene algunas connotaciones específicas, que emergen centralmente de: el lugar que la región ocupa en el país en términos geográficos, políticos y económicos, el entramado de actores que se vinculan a su ejercicio, los conflictos de intereses puestos en juego en torno al desarrollo del comercio y el uso del espacio público y el particular devenir del marco regulatorio local.
La venta callejera es, en palabras de algunos/as vendedores/as, “el segundo oficio más viejo del mundo”, una actividad que existe “en todo el mundo”, en tanto que ser vendedor/a es “parte de una cultura”. Sin embargo, ni la antigüedad del oficio, ni su existencia como estrategia de obtención de ingresos a nivel global, parecen ser condiciones suficientes para su reconocimiento pleno como un trabajo -al menos deseable y legítimo- ni para limitar las prácticas gubernamentales represivas que suelen signar a las distintas intervenciones estatales, tanto en Argentina como en otros países del mundo, con la salvedad de algunos casos en los cuales las regulaciones establecidas colocan como primordial el derecho a trabajar de quienes se dedican a esta actividad.
Actualmente, quienes se dedican a la venta callejera carecen de un reconocimiento formal como trabajadores/as y se desempeñan en una situación de amplia precariedad. La falta de regulaciones en torno al uso del espacio público, la tendencia a la criminalización de su oficio, la exposición a distintos riesgos vinculados al trabajo en la calle y las brechas presentes en el acceso a derechos y protecciones son algunas de las problemáticas centrales que devienen necesarias abordar. Ante esta situación, en los últimos años surgieron dentro del sector diversos colectivos organizados, entre los cuales una parte sustantiva se nuclea en la Unión de Trabajadores/as de la Economía Popular. A partir de promover la sindicalización, estos colectivos se proponen disputar derechos y recursos que apunten a mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los/as vendedores/as.