Azul Chiorazzo tiene 19 años y es estudiante de la Licenciatura en Nutrición de nuestra Universidad. Pero, además, es integrante de la Selección Argentina de Saltos Ornamentales y se está preparando para el Campeonato Panamericano de Deportes Acuáticos 2025, competición que tendrá lugar del 13 al 25 de mayo en Medellín, Colombia, y servirá de clasificatorio para el Mundial de Deportes Acuáticos de Singapur 2025 y para los Juegos Panamericanos Juniors de Asunción 2025.
Desde muy chica competía a nivel élite, aunque en gimnasia artística: a los 12 años ya había ganado cuatro medallas de oro. Sin embargo, dos hernias de disco y la deshidratación de otros dos discos la obligaron a abandonar.
“Estuve dos meses sin poder caminar; pensaba que se me terminaba el deporte, ya que fueron muy claras las indicaciones de los médicos de no hacer actividades que generaran impacto. Creí que nunca más iba a poder ser una atleta de alto rendimiento y volver a representar al país”, recuerda de ese duro trance.
Reconvertirse como atleta de élite
Sin embargo, al poco tiempo empezó otro deporte: natación. Hoy, a sus 19 años, es deportista de élite en clavados. Un salto a la superación.
“Siempre quise ser la mejor en el deporte, siempre tuve esa cabeza. La gente me preguntaba si yo quería hacer natación de forma recreativa y les respondía: ‘yo quiero estar en la selección de natación’”, rememora Azul de aquellos días en los que se debatía entre abandonar y la novedad de otra disciplina.
De todas maneras, recuerda la tristeza: “Fui la primera gimnasta de Zona Sur en sacar una medalla sudamericana. No estaba en mis planes dejar, me sorprendió mucho. Mi familia me ayudó mucho a superar esa angustia”.
Un profesor la invitó a una clínica en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD) de Saltos Ornamentales, un deporte que hasta entonces le resultaba desconocido.
“La adaptación no fue difícil” porque su experiencia en gimnasia artística la había familiarizado con la precisión y la ejecución de movimientos complejos.
Desde ese momento, Azul no paró. Acumuló medallas en torneos nacionales y sudamericanos. Ahora, con las valijas casi hechas rumbo a Medellín, se prepara para participar en las pruebas de 1 metro y 3 metros de la categoría Open.
La vida universitaria y el Programa Doble Carrera
Apenas terminó la secundaria, Azul se acercó a la UNLa para informarse sobre la carrera de Nutrición. Allí descubrió el Programa Doble Carrera, una iniciativa que promueve el desarrollo académico y deportivo de los estudiantes. Dirigida a deportistas de mediano y alto rendimiento, garantiza el acompañamiento académico a través de licencias deportivas, flexibilidad horaria y apoyo integral para lograr un equilibrio entre la actividad deportiva y los estudios.
A días de partir hacia su competencia en Medellín, Azul fue recibida por el rector Daniel Bozzani, quien destacó el esfuerzo y dedicación de la atleta como un ejemplo para toda la comunidad universitaria.
“Llegué a la UNLa porque soy de Lanús y me queda muy cerca de mi casa. Elegí Nutrición ya que siempre me apasionó. Hoy, ya en el tercer año de carrera, todo lo que aprendo lo aplico en beneficio de mi actividad deportiva y en la vida en general”, relata.
Con una rutina intensa que combina cursada matutina y entrenamientos diarios en doble turno, Azul asegura que ser atleta de alto rendimiento y estudiar una carrera universitaria "es agotador" pero posible.
Su mensaje inspirador
“Un mensaje que les daría a todos los que quieren empezar una doble carrera es que es posible. Siempre se puede con disciplina, esfuerzo y dedicación. Es factible y con una muy buena organización”, afirma Azul y concluye: “Y no se rindan, luchen, sigan por sus sueños. Algo que aprendí es que las segundas oportunidades existen”.