Desde la Universidad Nacional de Lanús repudiamos enérgicamente la violencia ejercida por el Gobierno de Gerardo Morales ante protestas pacíficas y en las calles del pueblo jujeño.
Los y las trabajadores de la educación primero, la comunidad educativa y demás trabajadores y trabajadoras después, salieron a las calles de San Salvador de Jujuy y de localidades de toda la provincia a reclamar salarios dignos que se ubiquen por encima de la línea de pobreza.
Mientras el Gobierno de Morales aprobaba una reforma de la Constitución provincial que criminaliza la protesta, entre otros puntos que atentan contra los principios fundamentales de la democracia y los derechos de las y los jujeños y las jujeñas.
Este proyecto pretende recortar la libertad de expresión, eliminando garantías constitucionales y limitando la protesta social. Esto constituye un claro retroceso en materia de derechos y libertades ciudadanas, y va en contra de los estándares internacionales en la materia.
La falta de consulta y participación de estas comunidades, así como la priorización de intereses privados y transnacionales por encima de los derechos colectivos, son inaceptables y contradicen los principios internacionales en materia de derechos humanos.
Nos solidarizamos con los trabajadores y las trabajadoras de la educación, las comunidades indígenas, y todos los ciudadanos, ciudadanas y organizaciones que se han manifestado en las calles de Jujuy en contra de esta reforma constitucional y en defensa de sus salarios. Reconocemos su legítimo derecho a expresarse y demandar un proceso democrático, participativo y respetuoso de sus derechos fundamentales.
La Universidad Nacional de Lanús consagra en su estatuto educar para la Paz, la Defensa de los Derechos Humanos y la soberanía. Es por esto que vemos con preocupación que se quiera avanzar con iniciativas que ya está probado, solo causan dolor y amplían las injusticias. No queremos que la Argentina retroceda a estas prácticas autoritarias y represivas.